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Tirar la basura en Japón

torre de basura Ayer nos contaba Kirai el proceso que se usa para tirar trastos grandes en Japón, que pasa por poner en el cacharro en cuestión una pegatina que debemos comprar. En esta pegatina se incluye el precio de la recogida de basura, y este precio cambia según las características del trasto que queremos tirar.

Lo impresionante es que no es solo en las grandes ciudades del mundo donde está organizada de esta manera la recogida de basuras. En cualquier pueblo de Japón, por pequeño que sea, hay que hacer lo mismo para tirar algún trasto grande.

La diferencia es que en lugares más abiertos es más fácil que en la ciudad pasarse por el arco del triunfo la pegatina, y abandonar el cacharro en cuestión en una cuneta o en el campo, destrozando el paisaje. Hace unos meses salió una noticia de un vertedero clandestino que se encontró. Decenas de voluntarios trabajaron duro para dejarlo todo perfecto.

Tirar la basura normal

En cuanto a basura normal, también está todo muy controlado. En todos los municipios de la provincia de Fukuoka también hay que usar bolsas de basura especiales, en cuyo precio se incluyen los gastos de la recogida, y no se pueden usar las de un municipio en otro. Con esto se pueden dar situaciones como la nuestra, porque a veces vamos a un supermercado que está pasada la frontera del término municipal, y no podemos comprar allí las bolsas de basura porque nos tocaría dar un buen paseo para tirar la basura..

Además, la basura normal (la que huele) solo la podemos tirar dos veces a la semana: los miércoles y los domingos. El papel, el vidrio, el plástico y las latas tienen que ir todos separados y cada uno en el día que corresponde.

Teniendo en cuenta estas reglas y, siguiendo un supuesto diagrama de flujo picaresco español, el siguiente paso sería ir a tirar la basura en las papeleras que hay por la ciudad. El problema es que hace tiempo que en Japón no hay papeleras a cargo de los ayuntamientos, y en las estaciones y otros establecimientos que disponen de ellas de forma privada ponen las cosas relativamente difícil para hacer la pirula. En otras palabras, las papeleras no son para eso, y muchas veces tienen cartelitos en las que lo pone.

Cosas que pasan con la basura

Viendo todo el control y las limitaciones que hay para tirar la basura, es natural que un país con escasa superficie y potentes medios de comunicación, como lo es Japón, esté generalmente concienciada sobre temas como el clásico «reducir, reutilizar y reciclar».

Pero siempre tiene que haber alguien que la líe, y a principios de este mes salió a la luz una noticia que, sin dejar de ser un marrón para los afectados, me pareció divertidísima.

Un hombre de 72 años había estado acumulando su basura en su casa de dos pisos en la provincia de Aichi durante más de diez años, y los escombros se elevaban en una grotesca estructura de unos diez metros de altura (que podéis ver en la foto). Además de oler mal, la basura se había convertido en un peligro para los vecinos, porque el día que se cayera eso podrían haber pasado muchas cosas.

Anteriormente el hombre había ignorado las quejas de sus vecinos diciendo que «no es basura», que son sus cosas. Pero la última vez se quejaron porque la «torre» se había empezado a inclinar a finales del año pasado. Un grupo de unos cuarenta voluntarios se ofreció a dedica un día entero a desmantelar la llamada «torre de basura», y el hombre accedió porque «si lo hacen voluntarios no cuesta dinero». Fueron necesarios 6 camiones de 4 toneladas para llevarse todo lo que había ahí.

Y así acaba la historia del hombre que quizá se rebeló contra el estricto sistema de recogida de basuras de Japón. ¿O vuelve a empezar?

De postre, algunos blogs que han hablado sobre la basura y las papeleras en Japón.
¡Ha llegado el camiòn de los helados! (Lost in Japan)
Las papeleras en Tokio (a Japón)
Basura en Japón (Un argentino en Japón)

Japón reduce el consumo en bolsas de plástico

Hace poco os comentaba que Creo que en Japón se usa demasiado papel pero, por suerte, no todo es así. Escribiendo esa entrada me he acordado de un asunto del que puede que hayáis leído algo, pero igualmente os lo voy a contar y os voy a dar mi opinión.

Hace unos meses empezó una campaña en los famosos combini (supermercados de 24 horas) que consiste en no dar tantas bolsas de plástico. La verdad es que en Japón se acostumbra a entregara a los clientes absolutamente todos los productos en bolsas de plástico. El servicio es excelente, y te separan las cosas de la nevera de las cosas que has pedido que te calienten en el microondas (cosa que también hacen gratis), pero la mayoría de las veces que compras cosas es para comértelas cinco minutos después, y realmente no vale la pena. Ahora, gracias a esta campaña, te preguntan amablemente si te importa que te lo metan todo en la misma bolsa.

También es chocante cuando compras un (1) refresco o bebida embriagadora, obviamente para su consumo inmediato, y te lo meten en una bolsa de plástico diminuta. Un tamaño de bolsa de plástico que realmente solo sirve para meter artículos que caben en cualquier bolso, tan ridículo que lo más común es tirarlo a la salida del establecimiento. Gracias a esta campaña, ahora te pregunta amablemente si quieres bolsa.

Me gustaría que esta mentalidad se contagiara también al uso del papel, que personalmente me resulta bastante traumático.

Creo que en Japón se usa demasiado papel

El contraste entre lo moderno y lo tradicional en Japón nunca deja de sorprenderme, y por lo general me encanta. Pero hay veces que me decepciona un poco.

Una cosa que me choca especialmente es el consumo de papel. Siendo Japón una potencia mundial muy respetable en cuanto a tecnologías de la información y comunicaciones electrónicas y móviles, me resulta increíble que en las empresas se use a diario el fax, y se impriman papeles y más papeles. No solo imprimen papeles para llevar a reuniones, sino para enseñar documentos a compañeros o superiores. Papeles que irán a la basura en menos de diez minutos, y todo esto en empresas donde todo el mundo tiene su ordenador conectado en red, y se usan constantemente tanto el correo electrónico como los servidores de ficheros.

No digo que sean malas prácticas, porque de hecho les va muy bien. Pero yo de España vine acostumbrado a ahorrar papel y, ¡cáspita! ¡os estoy hablando de empresas que trabajan en el sector de Internet! Creo que necesitan unas cuantas campañas ecologistas que les den el coñazo como me lo han dado a mí.

Aunque en realidad todo este berrinche es puro egoísmo y autodefensa, porque soy incapaz de manejarme con papeles. Mantener ordenados documentos que no son electrónicos es una tarea que no se ha hecho para mí, y en Japón hay un montón. Con lo feliz que estaba yo en España sin libretas del banco ni nada y aquí, ¡toma! Libreta del banco, sello personal y recibo si la usas para sacar dinero. Además de mostrar un documento que te identifique, claro.