Archivo de la etiqueta: visita

Intercambio de tarjetas y braguetas

Esta mañana ha venido mi notario a la oficina para recoger unos papeles que necesitaba para gestionarme la actualización del permiso de trabajo. Yo ya tenía su tarjeta de visita porque me la dio el año pasado cuando me gestionó el visado y el permiso por primera vez, pero en ese momento yo todavía no trabajaba y no tenía tarjetas, así que hoy he aprovechado para darle la mía con todas las de la ley.

tarjetas de visita de pepino
(En realidad le di la del trabajo, no esta)

En Japón las tarjetas se dan con las dos manos, y se reciben con las dos manos. Lo bonito es que normalmente se dan y se reciben a la vez (se intercambian) lo que es un malabarismo que creo que todos hemos tenido que practicar un par de veces.

Cuando te da la tarjeta alguien, es de buena educación que mirarla un poco por encima y confirmar la pronunciación del nombre de la otra persona. Si quieres también puedes hacer un comentario cutre en plan:
«¡Hombre! ¡Alejandro! Como Alejandro Sanz. Jo, jo, jo.»
Aunque, por supuesto, ser hortera es es opcional.

Después, durante la hipotética reunión, se dejan todas las tarjetas encima de la mesa, delante de uno, y al final de esta se guardan en el tarjetero, nunca en la cartera.

Una vez estemos tranquilos en nuestra oficina, es recomendable apuntar en la parte de atrás de la tarjeta el asunto que nos une con cada persona, y archivar las tarjetas para referencias futuras. En ningún caso escribiremos en una tarjeta delante de la persona que nos la ha dado. Si hay que tomar nota de algo en ese momento, lo haremos en otro papel.

Bueno, pues eso, que le di mi tarjeta al señor notario y, a modo de comentario sobre el hombre, me dijo:
Alejandro, ¿no? Llevas la bragueta abierta.
¡Y por supuesto que era verdad! Me disculpé discretamente, me la abroché, y cambié de tema.

Estas situaciones me gusta más tenerlas acompañado de gente con la que pueda contestar a lo de la bragueta bajándome los pantalones hasta los tobillos, pero a veces uno se tiene que quedar con las ganas.