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Suica, tarjeta inteligente para el tren スイカと電車のICカード

Hoy os presento otro programa de 5.0 en el que hablo de Suica y otras tarjetas inteligentes para el tren. Es el programa que se emitió el 4 de marzo y podéis escucharlo aquí mismo o descargarlo a vuestro ordenador. A los impacientes os espero en el minuto 28:30.

今日もスペインのラジオの 5.0の番組だ。今回は3月4日の番組で、僕のテーマはスイカとその他の電車のためのICカード。この下で聞くことが出来るし、パソコンに落とすことも出来る。早口スペイン語を聞くのに1時間が長いと思う人に教えよう:出番は28:30分からだ。

Another program from Spanish radio’s 5.0. Today’s show was aired on March 4th and my theme was Suica and other smart cards for the train. You can listen to it right here, or download it to your computer. And for those who can’t take one hour of fast spoken Spanish: my part starts at minute 28:30.

Radio 5 todo noticias news ニュース
[audio:http://www.rtve.es/files/72-74163-AUDIO/08-03-04_5.0.mp3]
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5.0 Podcast
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Os agradecería sugerencias de temas de tecnología en Japón para hablar de ellos en mi sección de 5.0. Podéis enviármelos por comentario, Twitter o correo.

Renovando la tarjeta de extranjero

Ya he nombrado alguna vez la tarjeta de extranjero que todos los inmigrantes estamos obligados a llevar encima en Japón. Pues ayer tuve que renovarla por dos razones.

• Porque había renovado mi visado, y el cambio tiene que quedar reflejado en la tarjeta además de en el pasaporte.
• Y porque se me había caducado.

Tuve que presentarme en horario laboral en la oficina del Excmo. Ayuntamiento de Fukuoka que hay en mi distrito (Fukuoka es bastante grande, y tiene 7 distritos) con un par de fotos de carnet de dimensiones bastante caprichosas (por cierto, en las fotos de carnet japonesas está prohibido sonreír), con mi tarjeta y con mi pasaporte. Y una vez allí con todo el material, ¿cómo no? me hicieron rellenar un par de papelotes llenos de kanji y de inglés de poco fiar. Menos mal que tengo nivel para pasar del inglés, porque si no el tema sería bastante más cansino y confuso.

Fue todo muy fino hata que me di cuenta de que en la tarjeta estaba mi supuesta dirección en España. ¡Un piso que mis padres ya han vendido! Es curioso, porque la dirección no aparece en el pasaporte, así que la escribí yo mismo cuando me hice la tarjeta por primera vez, y no me pidieron verificarla con nada. ¡Pero! para cambiarla por la dirección actual de mis padres necesito algo que certifique que esa dirección es mía. El caso es que yo todavía tengo que pasarme por el piso de mis padres, porque se han mudado este año, así que por supuesto no tengo certificado de empadronamiento ni nada parecido, ni mucho menos pienso pasar una mañana haciendo cola para que me lo den, cuando tenga la oportunidad de pasar por Alicante.

Le cuento todo esto a la funcionaria, y me tranquiliza diciéndome que no hace falta ningún certificado tan formal, que sirve incluso el remite de una carta que me envíe mi madre (¡regocíjate, mamá!). Y yo le digo que no sé cómo están los envíos certificados de España a Japón, y que no pienso traerle el libro de familia para que vea que la remitente es mi madre. Pero la joven funcionaria tiene todo bajo control. No hace falta nada de eso, con la carta le vale, pero sin ninguna cosa con la que pueda ‘verificar’ la nueva dirección no está autorizada a actualizármela.

Al final quedamos en que la dejamos así, que parece que a ellos tampoco les importa mucho, pero me pareció bastante absurdo todo el tema de querer verificar la actualización de un dato que no se verificó en primera instancia. Y, para colmo, no pedir un certificado en toda regla sino un documento sin validez legal y más fácil de falsear que de obtener.

Luego estuve preguntando a gente, y parece que es hasta cierto punto ‘normal’ verificar la dirección de uno con cualquier sobre que le haya llegado a uno a esa dirección. Esto es porque el servicio de Correos de Japón es más diligente en estos aspectos, y parece que se puede confiar en ellos. De hecho, cuando te mudas te tienes que registrar en tu oficina de correos más cercana y, durante el primer año después de mudarte, te reenvían todo el correo que te envíen a tu antigua dirección. Vamos, que está muy bien montado. Lo que no se puede imaginar la joven funcionaria es el rigor que tiene Correos de España en estos aspectos. Fliparía.

Intercambio de tarjetas y braguetas

Esta mañana ha venido mi notario a la oficina para recoger unos papeles que necesitaba para gestionarme la actualización del permiso de trabajo. Yo ya tenía su tarjeta de visita porque me la dio el año pasado cuando me gestionó el visado y el permiso por primera vez, pero en ese momento yo todavía no trabajaba y no tenía tarjetas, así que hoy he aprovechado para darle la mía con todas las de la ley.

tarjetas de visita de pepino
(En realidad le di la del trabajo, no esta)

En Japón las tarjetas se dan con las dos manos, y se reciben con las dos manos. Lo bonito es que normalmente se dan y se reciben a la vez (se intercambian) lo que es un malabarismo que creo que todos hemos tenido que practicar un par de veces.

Cuando te da la tarjeta alguien, es de buena educación que mirarla un poco por encima y confirmar la pronunciación del nombre de la otra persona. Si quieres también puedes hacer un comentario cutre en plan:
«¡Hombre! ¡Alejandro! Como Alejandro Sanz. Jo, jo, jo.»
Aunque, por supuesto, ser hortera es es opcional.

Después, durante la hipotética reunión, se dejan todas las tarjetas encima de la mesa, delante de uno, y al final de esta se guardan en el tarjetero, nunca en la cartera.

Una vez estemos tranquilos en nuestra oficina, es recomendable apuntar en la parte de atrás de la tarjeta el asunto que nos une con cada persona, y archivar las tarjetas para referencias futuras. En ningún caso escribiremos en una tarjeta delante de la persona que nos la ha dado. Si hay que tomar nota de algo en ese momento, lo haremos en otro papel.

Bueno, pues eso, que le di mi tarjeta al señor notario y, a modo de comentario sobre el hombre, me dijo:
Alejandro, ¿no? Llevas la bragueta abierta.
¡Y por supuesto que era verdad! Me disculpé discretamente, me la abroché, y cambié de tema.

Estas situaciones me gusta más tenerlas acompañado de gente con la que pueda contestar a lo de la bragueta bajándome los pantalones hasta los tobillos, pero a veces uno se tiene que quedar con las ganas.

La obligación de llevar la documentación encima en Japón

este no soy yoEn España es obligatorio llevar encima en todo momento un documento identificativo. Dependiendo de la situación de la persona puede ser el DNI, la tarjeta de extranjero, o el pasaporte. Si la policía te pide identificarte y no tienes el documento pertinente, creo que lo primero que hacen es llevarte a la comisaría para que te identifiquen y, aunque solo fuera eso, ya sería un buen marrón.

En Japón la ley es un poco diferente. Los extranjeros, como en España, están obligados a llevar encima la tarjeta de extranjero (si son residentes) o el pasaporte (si son turistas o viajeros en tránsito). Pero los japoneses no están obligados a llevar ningún documento identificativo. De hecho, ni siquiera tienen un documento equivalente a nuestro DNI y, por eso, cuando abren una cuenta en un banco o hacen cualquier operación que les requiera identificarse, usan el carné de conducir o la tarjeta de la seguridad social.

A mí me parece mucho más cómoda esta forma de hacer las cosas, ya que es una obligación incómoda que se quitan de encima los japoneses. Ni siquiera me parece discriminatorio que me obliguen a hacer algo que ellos no tienen que hacer, ya que de hecho no es la única cosa a la que me obligan (tengo que actualizarme el visado este mes) y me parece lógico que las condiciones sean diferentes para los extranjeros porque, si las condiciones fueran las mismas, quizás no se nos llamaría a los de fuera ‘extranjeros’ en las leyes japonesas.

El dilema viene en el caso de que un extranjero obtiene la nacionalidad japonesa. Al convertirse en japonés (para lo que, por cierto, el gobierno japonés pide renunciar a todas las otras nacionalidades), supongo que ya no está obligado a llevar la documentación encima en todo momento, pero ¿cómo sabe un policía a quién puede pedir la documentación y a quién no? ¿Solo pedirán la documentación a las personas que parezcan extranjeras? Eso sería discriminación de la fea.

No quiero imaginarme lo que sería tener la nacionalidad japonesa, que un policía te pidiera la documentación, y que no se creyese que eres japonés. Yo creo que me cabrearía mucho, y eso no puede traer nada bueno. En todo caso, estando la ley como está, lo más apropiado sería que creyeran a cualquier persona que diga que es japonés, porque los japoneses no están obligados a llevar documentación, y no se puede (ni debe) saber quién es japonés por las pintas.

Lo malo es que suponer algo así da ciertas ganas de decir que uno es japonés desde el primer marrón, y la certeza de que esta fechoría acabaría mal me da pocas esperanzas sobre el posible final de un encuentro como el que he descrito en el párrafo anterior.

Si alguien sabe algo que pueda completar este artículo, tiene alguna experiencia que contar, o cualquier otra cosa que decir o preguntar, le agradecería mucho un comentario.